La primera impresión jamás se olvida y solo podemos hacerla una vez. Esto aplica al mundo animal también. Las primeras horas que pases con tu perro, cuando acaba de llegar a tu casa, marcaran la pauta para el resto de la convivencia, por ello es importante que te prepares y dispongas de tiempo para recibirlo y establecer rutina y límites.
Necesitas al menos uno o dos días completos para estar con tu perro recién llegado, no apresures su llegada si tienes que dejarlo solo después de instalarlo en su nuevo hogar, es mejor esperar al fin de semana o pedir un par de días en el trabajo.
Las primeras 2 horas
El reloj corre a partir que lo coges en brazos o tomas la correa para llevarlo a casa, por ello es MUY IMPORTANTE que lo lleves directo a casa. Es posible que estés emocionado por tu nuevo compañero y quieras presumirlo al mundo, pero ir de visita cuando aún no hay un vínculo establecido, ni una rutina que seguir puede generar mucho estrés a tu perro y hacer que comencemos con el pie izquierdo. Así que directo a casa.
Las siguientes 8 horas. Creando vínculo
En el momento en que lleguen a casa deja que entre y que explore, déjalo que olfatee y conozca lo que ahora es su nuevo hogar, no lo regañes, no le limites accesos, es importante que tu perro conozca su nuevo ambiente y lo considere seguro, si desde el principio hay riñas y regaños vamos a trasmitir un mensaje negativo que se traduce a “Aquí no es seguro, corro peligro”.
Cuida que los primeros 5 días no haya nada a su alcance que pueda dañarlo o que se pueda dañar por su culpa, quita adornos que puedan romperse, juguetes, cables, cojines o papeles que pueda morder, sustancias peligrosas que pueda ingerir, esto es como tener un bebé.
Enséñale donde está su cama, su plato y donde ir al baño. Anímalo a jugar con sus juguetes, a entrar y permanecer en la habitación donde estará permitido que pase tiempo.
Ofrécele agua, llévalo al baño, dale muchas caricias, de preferencia no invites a nadie a tu casa los primeros días. Es súper importante respetar sus tiempo y su espacio y ellos necesitan un tiempo de adaptación.
Solo si es muy necesario, pero muy necesario, dale un baño, pero si puedes esperar un par de días, es mucho mejor.
A la hora de dormir NO pongas relojes o despertadores que hagan sonidos en su cama, esto los estresa más de lo que los ayuda. No lo dejes solo, nadie sin importar edad o especie merece quedarse dormido llorando. Los primeros días déjalo que duerma en su cama pero junto a ti. Hasta ahora tú eres lo único que tiene, lo único que conoce y en quien empieza a confiar.
Poco a poco conforme pasen las semanas y los meses puedes ir alejando su cama de manera paulatina hasta que llegues al lugar que le asignaste para dormir, pero entre tanto déjalo que se duerma contigo, tu olor y el sonido de tu respiración lo tranquilizan.
Ahora si, a dormir, después de pasar las primeras horas a su lado.
Las siguientes 24 horas. Formando rutinas
En su segundo día (el primero completo) es momento de comenzar a formar rutinas, despertando llévalo a su baño a que haga pipí, dale de desayunar en su plato, sigue con tu rutina pero observándolo y trata de integrarlo, sin estar todo el tiempo encima de él. Dale espacio, no queremos crear hiperapego.
Es momento de llevarlo al veterinario a una visita de rutina, así lo conoce y de paso empezamos a establecer las reglas para salir de casa.
Trata que sea una experiencia divertida para que no lo asocie con algo malo.
Si trabajas fuera de casa y tu perro va a estar solo por largos periodos, es momento de comenzar a alejarte paulatinamente, déjalo solo de una media hora a una hora, para que él sepa que te iras pero volverás.
Juega con él, esto fortalece el vínculo de confianza y lealtad. Si necesitas regañarlo por algo debe ser en el momento en que descubres el mal comportamiento, si ya paso tiempo de que hizo algo malo, tu regaño ya no vale porque no va a entender que hizo mal.
Hasta aquí las primeras horas van bien, espera nuestros siguientes tips para que vivas una mejor experiencia a lado de tu nuevo amigo.