Si los perros no van al cielo, cuando muera quiero ir a donde ellos van.

 

“Si los perros no van al cielo, cuando muera quiero ir a donde ellos van.”
- Will Rogers.

 

El Día de Muertos que se celebra en México el 2 de noviembre es probablemente una de las festividades más emblemáticas de este país. Refleja una relación respetuosa y continua con sus difuntos, donde se hacen presentse la música, comida y celebración de la vida y muerte de un ser querido.  

Aunque los altares y homenajes a las mascotas difuntas son una tradición nueva en México, hay datos que en la antigua Egipto, las mascotas aduladas de personas adineradas eran esmeradamente momificadas, embalsamadas y colocadas en el sarcófago junto a sus dueños para que pudieran pasar la eternidad juntos.

En México, la cultura Mexica prehispánica creía en enterrar a un perro Xoloitzcuintle junto con un difunto, ya que el perro le serviría de guía en su trayecto hacía el más allá porque se le atribuía al perro la habilidad de descifrar quien era digno de cruzar al lugar de los muertos.

Hoy en día los perros y gatos tienen cada vez un lugar más importante en los hogares mexicanos, llegando a ser considerados un verdadero ser querido cuya partida nos impacta profundamente.

Se ha reportado que los dueños de mascotas que han tenido un vínculo profundo y prolongado sufren las mismas etapas de luto que cuando se pierde a un familiar o amigo cercano.  Es importante reconocer el luto, permitir que ocurra, y buscar el apoyo adecuado para sobre ponerse de la pérdida.

Si sufres por la partida de tu mascota, este día de muertos no dudes en colocar un espacio en el altar dedicado a celebrar su vida y lo que ha significado para ti.  Este altar puede incluir fotos, alguno de sus juguetes y alimento favorito. Recuerda que ahora tienes un ángel de cuatro patas cuidándote desde arriba.