Obesidad canina: ¿Por qué engorda mi perro?

Es posible que hayas escuchado sobre la obesidad canina, y si tu perro la tiene y deseas ponerle fin, en esta nota te decimos cómo lograrlo.


Principales causas de la obesidad canina 


Seguramente tu veterinario te habrá explicado que hasta las mascotas mejor cuidadas pueden engordar con facilidad, además de las causas más evidentes como el exceso de comida y de premios, pero existen otros factores que pueden contribuir al aumento de peso, aquí te decimos cuales son.

  • Edad 

Por lo general cuando las mascotas van creciendo, su nivel de actividad disminuye y necesitan menos calorías, por lo que es necesario continuar con los paseos y ejercicios.

  • Raza

Existen razas con tendencia a sobrepeso como los labradores, los cocker spaniels y los gatos cruzados, ellos por naturaleza deben ser tratados con más especificaciones para evitar este problema.

  • Esterilización 

Cuando se les lleva a cabo este procedimiento, se les modifica el metabolismo, por lo que se vuelven más propensas a engordar.

  • Problemas de salud

Ciertas enfermedades son las culpables de hacer que los perritos aumenten de peso radicalmente, por ello, es necesario que acuda al veterinario mínimo 3 veces al año.



¿Cómo saber si mi perro tiene sobrepeso?

Al pasar la mano por su cuerpo los animales con un peso ideal tienen palpables las costillas, las vértebras lumbares y las protuberancias óseas, que sin embargo no se aprecian a simple vista.

Su cintura debe verse claramente y su pecho debe estar cubierto ligeramente por una capa de grasa.

Una menor cantidad de grasa o carne que permite ver los huesos marcados a simple vista, significa que está por debajo del peso ideal, llegando incluso a estar caquéctico, lo cual podría ser indicador de alguna patología.

Tratamiento para un perro con sobrepeso

El primer paso debe ser siempre una visita al veterinario para evaluar el estado de salud de tu mascota, ahí te indicarán si debes reducir la ingesta diaria de calorías o brindarle mayor tiempo de actividad física, ofreciéndole mayor cantidad de juegos y actividades.

Otras herramientas que pueden ser de utilidad son los juguetes que obligan a trabajar para conseguir la comida, aunque ocultar parte de su ración por la casa e invitarle a buscarla puede resultar un buen ejercicio.