El corazón de una mujer es inmenso e incluso para muchos es un misterio, es impactante la capacidad que tienen para generar y dar amor y es que cuando una mujer ama, lo hace sin miramiento y con entrega total, es como si su corazón fuera una máquina que solo requiere de pequeños detalles (pero significativos) para seguir en constante movimiento y cobijar a los demás bajo su cariño.
Por cuestiones genéticas, herencias culturales o instinto las mujeres siempre han llevado dentro un sentimiento protector, que si bien no es único de ellas, es sumamente evidente, es muy raro ver a una mujer completamente sola y no hablamos de estados civiles, nos referimos a que por lo general la mujer tiene un circulo de pertenencia al que ama y protege, puede ser su propia familia, su familia parental, su círculo de amigos o incluso su círculo laboral. Todos conocemos a más de una mujer a la que nos referimos de manera cariñosa como la “mamá” del grupo y lo hacemos porque es aquella que está al pendiente de las necesidades de los demás, que se busca el tiempo para tener algún detalle, que nunca olvida una fecha o evento especial, que fomenta la unión del grupo, que ayuda a limar asperezas y que siempre tiene un oído disponible para escuchar, un hombro que presta para llorar y que tiene palabras de empatía y apoyo.
Y no es que no tenga otra cosa que hacer, es que de esta manera, estas mujeres recargan energía y le dan color y sabor a la vida y es justo estas cualidades ya mencionadas las que han hecho que a lo largo de la historia, las mujeres hayan desarrollado su capacidad de amar a sus semejantes (es decir a otras personas) hasta llegar a amar a otras especies.
Y este amor renovado, remasterizado y evolucionado ha logrado que miles de perros y gatos en situación de calle hayan podido encontrar no solo un hogar, sino una familia con una mamá amorosa y protectora.
Porque el amor no se limita a las personas, las mujeres que han abierto su corazón a los perros o gatos han podido experimentar la maravilla que es el amor incondicional de un animal que retribuye a cada caricia, a cada muestra de afecto y a cada acto de cariño con la misma intensidad, magnitud y entrega.
No es raro, por ello, que los perros y gatos lleguen a ser considerados como hijos (hijos interespecie pero hijos al fin y al cabo) porque el amor que provocan es inmenso, porque son seres que dependen de su mamá humana para sobrevivir y que para ellos su mamá es todo y lo más importante en su vida.
Una mujer que le abre las puertas de su casa y de su vida a un ser indefenso que solo busca una segunda oportunidad en esta vida, que está dispuesta a adquirir el compromiso de cuidar, proteger y procurar una vida extra, que decide hacerle frente a los gastos económicos que implican tener un animal en casa (alimento, vacunas, accesorios, higiene, gastos veterinarios, recreación, etc.), que resuelve invertir sus tiempos libres en atenciones, cuidados y educación para ese ser vivo que depende de ella, es una mujer que asume el rol de madre. Es una mamá interespecie.
Y esa mamá recibirá como recompensa la inmensa alegría que demuestra una cola de helicóptero o el ronroneo de unos bigotes, encontrará en su cama o sillón una panza desnuda pidiendo caricias y demostrando completa confianza, llenará tiempos muertos con juegos de pelota, brincos y uno que otro jaloneo y podrá vivir día a día la magia de ser el centro de atención y de amor de alguien más.
Hoy queremos festejarte y felicitarte a ti mamá de perrito mimado, a ti mamá de michi consentido, queremos homenajearte por ser uno de los seres más nobles y más empáticos que hay en el mundo, porque no cualquiera asume este compromiso con la misma entrega y corazón que tú lo haces, porque al compartir tu vida con cuatro patitas nos demuestras que el amor es incondicional e inmenso, que hay bondad en el ser humano y que hay esperanza para los perros y gatos que aún esperan encontrar un hogar.
Eres grande, fuerte, maravillosa y sumamente valiosa y sin duda alguna un ejemplo a seguir.
FELICIDADES MAMÁ