Todo comienza con Shanti, una perrita abandonada en medio de la carretera que fue rescatada y adoptada y le mostró a su nueva familia lo que es el amor incondicional y la entrega total.
El amor canino que inundó a la familia trajo también una ola de sentimientos encontrados, por un lado la indignación total al ver como algunas personas pueden ser tan crueles como para dejar a un ser indefenso abandonado en medio de la nada, con la clara intención de deshacerse de ellos como si fueran objetos viejos, por otro lado, la necesidad inminente de ayudar a las y los Shantis, es decir a los perros que enfrentan esta terrible situación y por último un ánimo impetuoso de poner manos a la obra.
A partir de ese momento, el ahora director de Croquetero, Gabriel Porteny, comienza a estudiar la gran problemática de mano de las personas expertas y a establecer un vínculo con centros de adopción responsable y poco tiempo después descubre la manera de ayudar.
La creación de Croquetero como comercio electrónico tienen una finalidad: Ayudar de manera activa, visible y transparente.
Desde sus inicios se ha destinado un porcentaje de todas y cada de las ventas que se realizan en Croquetero.com a generar donativos, pero no de cualquier tipo, los donativos que se entregan son en especie y en propia mano: comida para llenar pancitas de perros y gatos en adopción.
¿Por qué enfocarse en donar alimento? La respuesta no es sencilla, las opciones eran innumerables, las carencias de los animales en situación de calle y de los centros de adopción responsable son muchas, pero el alimento es el eje. Un animal desnutrido y con hambre es un animal que tarda en recuperarse de lesiones sufridas por el abandono, que no puede tener la concentración y la fuerza para una rehabilitación o es más propenso a sufrir diferentes enfermedades.
Los centros de adopción responsable invierten fuertes cantidades de recursos en la compra de alimento para todos sus acogidos, las prioridades son alimento y cobijo, pero hace falta más: medicinas, vacunas, tratamientos de rehabilitación, esterilización, entrenamiento, ejercicio, higiene y la lista sigue.
Ayudar con alimento es una manera directa en la que se busca bajar un poco la carga económica, emocional y física que viven las y los rescatistas y que de esta manera puedan reasignar sus recursos a otras necesidades.
Actualmente, Croquetero apoya de manera recurrente a 15 centros de adopción responsable, que son centros que han pasado por un cuidadoso proceso de selección, que tienen un compromiso real con los perros y gatos rescatados y con la sociedad con la que buscan reinsertar a sus protegidos. Pero a lo largo de la historia de Croquetero se ha apoyado a más de 20 centros de adopción en la CDMX, el Estado de México y Morelos.
De manera paralela y conforme Croquetero crece y entiende más a fondo las necesidades de los animales en situación de calle, se da cuenta que no solo los centros de adopción responsable necesitan ayuda, también la sociedad, las personas necesitan estar informadas, tener opciones sobre cómo proteger y mejorar la vida de sus mascotas y formarse para una tenencia responsable.
Pero nada de esto hubiera sido posible sin la ayuda de todas y cada una de las personas que compran o han comprado en Croquetero, ya que a pesar de que el eje de este proyecto es el corazón, se requiere del apoyo y la cooperación de toda la comunidad. Cada compra ha puesto un granito de arena o una croqueta en cada plato que se ha llenado a lo largo de los años.
El camino no ha sido fácil pero nos ha dejado un sinfín de emociones y satisfacciones. Hoy podemos gritar llenos de alegría “LLEGAMOS AL MILLÓN”
Un millón de comidas donadas, un millón de pancitas llenas, un millón de colitas moviéndose alegremente y un millón de narices húmedas que de maneras diferentes nos han demostrado agradecimiento y cariño.
Un millón de gracias por caminar con nosotros, gracias por querer comenzar a caminar con nosotros, gracias por haber caminado con nosotros. Todos somos parte de esto y juntos llegaremos al siguiente millón.