Que tu perro devore su alimento lejos de ser una señal de que disfruta sus croquetas es un acto que pone en peligro su salud ya que al estar ingiriendo rápidamente también está entrando aire en su organismo poniéndolo en riesgo de sufrir una distensión estomacal.
Esto significa que el estómago de tu perro puede inflamarse mucho y provocarle fuertes dolores, incluso si la condición se agrava, sobre todo en perros de raza grande, puede derivar en una torsión gástrica, es decir que el estómago de tu peludo gire provocando que sus vasos sanguíneos se estrangulen y sus órganos se compriman.
La torsión gástrica es una emergencia veterinaria que de no atenderse en las primeras horas de ocurrida puede provocar la muerte del peludo.
Pero no te preocupes tú puedes prevenir que tu mascota sufra alguno de estos incidentes y proteger su salud. Existen varias acciones que puedes ir incorporando a su rutina de alimentación para ayudarlo a comer más lento.
Si hace ejercicio no le des de comer
Te recomendamos que no lo alimentes antes ni después de hacer ejercicio, esto lo ayudará a permanecer en un estado más calmado mientras come.
Controla su consumo de agua
No dejes que beba agua en exceso después de comer, permite que beba solo un poco y retírasela por lo menos un par de horas, después vuelve a colocar su bebedero para que tome libremente.
Un perro a la vez
Si tienes más perros aliméntalos por separado así podrán comer tranquilamente porque no sentirán que está compitiendo por la comida.
Usa platos especiales
También existen otras opciones que pueden ser muy divertidas para tu peludo, usa comederos especiales que gracias a su diseño hacen que sea más difícil tomar las croquetas obligando naturalmente a tu perro a comer más despacio.
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